“Quiero cambiar”: ¿como los hábitos atómicos pueden ayudarte a darle rumbo a tu vida?
¿Qué tipo de cambios positivos quieres hacer en tu vida? Cambiar para bien y mejorar tu situación es posible, pero se necesita más que solo querer hacerlo. ¿Cuáles son las claves para hacer grandes cambios en tu vida con pequeñas acciones? Explora estos consejos tomados del libro “Hábitos Atómicos” de James Clear que hemos resumido para que puedas ponerlos en marcha cuanto antes.
Contenido: así puedes generar un cambio en tu vida
¿Cómo funcionan los hábitos?
Antes de descubrir cómo cambiar tu forma de ser, es importante entender cómo funcionan los hábitos. De acuerdo con “Hábitos Atómicos”, estos se componen de 4 elementos:
- La señal: es algo que te motiva a actuar, a querer cambiar.
- El anhelo: es el deseo de hacer que el cambio se haga realidad y suceda.
- La respuesta: es la acción que tomas para generar el cambio.
- La recompensa: es la satisfacción de ver que tu acción tuvo el efecto deseado.
Todos los hábitos siguen el mismo ciclo. Para que estos pequeños cambios funcionen, es necesario que la señal esté al alcance y así se detone tu deseo de tomar acción para finalmente recibir la satisfacción de tener el resultado que querías.
Por ejemplo, tomar un café por la mañana es un hábito muy común. La señal es cuando despiertas, el anhelo es querer llenarte de energía, la respuesta es prepararte una taza de café y la recompensa es sentirte listo para iniciar tu día.
Cuando el ciclo se completa de manera correcta, es más fácil que un hábito que parecía difícil comience a hacerse más sencillo. Así es como poco a poco, pequeños cambios generan nuevos hábitos que te dan los resultados que deseas con el paso del tiempo.
Si logras completar el ciclo todos los días, mantendrás la motivación y las ganas de continuar desarrollando cualquier hábito por más tiempo.
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¿Qué hacer si quiero cambiar mi forma de ser?
Comienza por conocerte mejor. Hazte preguntas como:
- ¿Por qué quiero cambiar mi vida?
- ¿Qué cambios quiero hacer en mi vida?
- ¿Qué necesito para hacer realidad la nueva vida a la que aspiro?
Es importante que tengas en mente que los pequeños cambios no se notan a la primera. Sin embargo, sus efectos son sorprendentes a la larga.
El impacto de las pequeñas acciones no se ven en tiempo real. Pero, con el tiempo, sus resultados son impactantes.
Por ejemplo, comer comida chatarra un día no va a hacer cambios notorios en tu cuerpo de un día para otro. Pero, si lo haces constantemente, en unos meses notarás cambios en tu salud. Lo mismo sucede al contrario. Ahorrar 10 pesos cada día quizá no te haga millonario de la noche a la mañana. Pero, si ahorras constantemente y de la manera correcta, en tan solo unos meses notarás un gran cambio en tus finanzas.
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¿Cómo empezar un cambio en tu vida?
1. Modifica tu entorno para que te motive a tomar acción
Construir nuevos hábitos requiere de tener metas concretas y un plan de acción para que el ciclo de los hábitos se complete de inicio a fin. No basta con querer que las cosas cambien. Debes hacer que tu entorno te motive para que tomes acción hacia el cambio que deseas.
Para que cualquier cambio que quieras hacer sea posible, tienes que modificar tu entorno de manera intencional.
Por ejemplo, si estás buscando leer más por las noches, deja un libro sobre la almohada todos los días al despertar para recordarte constantemente que tienes que leer el libro.
Quizás el primer día lo hagas a un lado para irte a dormir. Pero al día siguiente vuelves a dejarlo sobre la almohada y quizá te animes a leer 1 página. Luego 2, luego 3 y así hasta que, sin que lo notes, has creado el hábito de leer 30 minutos todas las noches antes de dormir. Y todo por simplemente haber colocado estratégicamente un libro sobre tu almohada.
Empezar a alterar tu entorno para acomodarlo a tu favor puede ayudarte a generar el cambio que quieres.
2. Comprométete en serio con tus metas
En su libro “Hábitos Atómicos”, James Clear propone el método del contrato.
Explica que, para que sientas realmente el compromiso de querer cambiar tus hábitos, necesitas hacer un contrato donde quede claro qué harás para lograr tus objetivos. Y, al mismo tiempo, tienes que definir una penalización o castigo que tendrás que pagar en caso de que no cumplas con tu palabra. Y sí, puede ser un castigo que implique pagar con dinero.
Este contrato debe estar firmado por ti y por alguien más, quien será la persona que te ayudará a llevar el registro de tu progreso. De no haber logrado lo que te propusiste en el contrato, esta persona tendrá que asegurarse de que cumplas tu penalización.
Por ejemplo, supón que te comprometes a ir al gimnasio lunes, miércoles y viernes durante 6 meses. Y por cada día que faltes, tendrás que pagar $500 pesos. Los primeros 2 meses cumples con tu palabra, pero al tercer mes faltas 2 veces al gym. Entonces tendrás que pagarle $1,000 pesos a la persona que firmó el contrato contigo por no haber cumplido con tu objetivo.
Aunque es un método que podría considerarse drástico, también es una alternativa que podrías tomar en cuenta para conseguir el cambio que deseas. Seguramente no querrás incumplir con tu palabra una vez que firmes tu contrato, ya sea por la pena de quedar mal o por tener que cumplir con un castigo.
3. Cambiar no tiene por qué ser desagradable
Al contrario, para cambiar los malos hábitos por otros nuevos y mejores, es importante dedicar un momento a la gratificación. Recuerda que la recompensa es parte del ciclo de los hábitos e igual de importante que el resto de los elementos.
Solo asegúrate de que la recompensa sea coherente con el cambio que quieres hacer. Por ejemplo, si estás buscando ahorrar dinero cocinando en casa, podrías definir que al juntar $1,000 te vas a permitir un gustito de $100 pesos, como comprarte ropa nueva, una entrada al cine o incluso ir por tus tacos favoritos.
Celebrar tus logros te permite mantener la motivación, afianzar los nuevos hábitos y te da la satisfacción de que estás realmente haciendo un cambio para tu bien.
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Las pequeñas acciones hacen grandes cambios
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